miércoles, 23 de noviembre de 2011

Escribir

Virginal aún papel
tan blanco como infinito
de un mundo sin más fronteras
que tus lacerantes filos.

Ampo abrasador que aturde,
te plantea un desafío:
asomarse a su cornisa
sin caer por el abismo.

Antes de blandir la daga
hay que estar muy convencido,
y preguntar sin retórica:
¿puedo enriquecer?¿mancillo?

Invoca tópicas musas
que inspiran los sueños líricos
pero el poeta es poeta
y no un chamán alquímico.

Romances octosílábicos
narrando millares de hitos,
o capturar la belleza
en versos alejandrinos.

Es la magia positiva
del proceso creativo
como el orfebre cincela
y torna vivo el granito.

Comenzada la tarea
basta con crear un ritmo,
diseñando rima y métrica
no olvidando el contenido.

Ante los aprietos, fe
nunca el arte fue sencillo
pero si cuadran las líneas
el mundo cobra sentido.

Baudelaire, Neruda, Lorca,
Manrique, Dante, Darío,
Góngora, Goethe, Quevedo,
Lope, Borges y Virgilio.

Grandes maestros de siempre
muertos aunque redivivos
su queda voz reverbera
aun a través de los siglos.